Este un sencillo pero gráfico vídeo en el que podemos entender el efecto de la suma de picos de ansiedad que sufre un perro.
Los perros son muy sensibles a los estímulos ambientales, tienen un umbral de reactividad diferente para cada exposición, es decir diferentes estímulos tienen diferentes umbrales de reactividad.
Cuando las exposiciones ocurren aisladas, es decir, en distintos momentos, el perro puede tolerarlos y mantenerse por debajo de su umbral de reactividad.
En este ejemplo, el perro está ansioso porque su dueño se ha ido durante unos días pero es capaz de tolerarlo sin sobre reaccionar. Unos días después de la vuelta de su dueño, el perro se encuentra con otro perro y muestra una serie de señales de estrés. Al día siguiente, un niño le acaricia la cabeza pero el perro se sigue manteniendo por debajo del umbral. El desencadenamiento progresivo ocurre cuando varias exposiciones ocurren seguidas en el tiempo, cuando se combinan llevan al perro a sobre pasar su umbral de reactividad. Si cualquiera de las exposiciones del ejemplo ocurren mientras el perro está estresado por la marcha de su dueño, los efectos se suman y el perro reacciona. Cualquier nueva exposición que suceda cerca en el tiempo hará sobre pasar el umbral al perro.
Cuando un perro está estrasado, su cuerpo produce una serie de hormonas que le ayudan a gestionar la situación, el cortisol es una de ellas. Los niveles de cortisol aumentan cada vez que exponemos al perro a uno de esos estímulos que le causan ansiedad y tienen una vida media en el cuerpo de 70 a 110 minutos, esto quiere decir que el cuerpo puede necesitar entre 5 y 8 horas para eliminarlo completamente. Si entre las diferentes exposiciones para poco tiempo, las hormonas segregadas en la primera de ellas no han tenido tiempo suficiente para ser eliminadas y se suman a las segregadas en las exposiciones posteriores.
Esta es la explicación de por qué la reactividad se produce en racimos.
Puedes solicitar una consulta para analizar los problemas de reactividad de tu perro.