La sobre protección genera individuos con baja autoestima, inseguros e irritables. Suelen tener relaciones sociales complicadas y una comunicación poco fluida.
Depende de nosotros, y de nuestra capacidad para no ejercer tanto control sobre ellos, que nuestros perros tengan la seguridad suficiente para enfrentarse y resolver los pequeños conflictos y problemas de su día a día.
La inseguridad se puede trabajar y es un trabajo muy gratificante para los dos extremos de la correa. ¿Quieres saber cómo?